La gestión de la cadena de suministro de los alimentos exige superar numerosos retos, como la presión de unos costes crecientes, la mayor demanda de trazabilidad y la garantía de resiliencia de la cadena de suministro. Pero quizá lo más importante hoy en día sea asegurarse de que la sostenibilidad se gestiona eficazmente.

Investigadores de la Agencia Internacional de la Energía (2018) afirmaron que alrededor del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero proceden del transporte de mercancías. Si además incluimos las emisiones de almacenes y puertos, esta cifra aumenta hasta el 11%. Para las industrias de alimentos y bebidas, la problemática es aún mayor, ya que el 14% del inventario se pierde antes de llegar al retailer (FAO, 2019).

Estas cifras ilustran la importancia de adoptar prácticas sostenibles en la cadena de suministro del sector de la alimentación y las bebidas.

 

Expectativas de los consumidores

No sólo las empresas ven la necesidad de un cambio hacia prácticas más sostenibles, sino que los consumidores expresan cada vez más su querencia por productos sostenibles. La Asociación de la Industria Alimentaria (2023) asegura que más del 30% prioriza a los negocios sostenibles frente a los que no lo son.

Este mismo estudio ha demostrado que las generaciones más jóvenes, como la Generación Z y los Millennials, están dispuestas a apoyar esto con su cartera. En concreto, el 48% de la Generación Z y el 59% de los Millennials están dispuestos a pagar más por productos respetuosos con el medio ambiente. Por lo tanto, integrar la sostenibilidad en tu cadena de suministro es esencial para mantener una ventaja competitiva.

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Sostenibilidad en la cadena de suministro

Durante décadas, las empresas han trabajado para optimizar su cadena de suministro, poniendo el foco en el equilibrio entre los costes operativos y la prestación de servicios a los clientes. Esto ha dado lugar al complejo panorama actual de la cadena de suministro en el que, además, se llegan a ofrecer entregas al día siguiente, en el mismo día o incluso en 15 minutos.

Para satisfacer las expectativas cada vez más exigentes del cliente, los surtidos no han dejado de ampliarse. Y ahora se ha añadido este factor adicional, la sostenibilidad. Así pues, es necesario un cambio.

 

La sostenibilidad como objetivo

Por suerte, la tecnología también ha evolucionado mucho en los últimos años y puede ayudar a transformar las cadenas de suministro tradicionales. Un ejemplo de lo que puede aportarte esta nueva tecnología son las previsiones basadas en datos que se generan automáticamente.

De este modo, el departamento de planificación podrá predecir la demanda con mayor exactitud, lo que reducirá las posibilidades de que se produzcan excesos de stock y será menos probable que los productos alcancen su fecha de caducidad en tu almacén.

Al integrar los objetivos de sostenibilidad en la gestión de inventarios, las empresas pueden equilibrar la necesidad de disponibilidad con el incentivo de minimizar los residuos. Este doble enfoque no solo optimiza los costes, sino que también se alinea con los objetivos medioambientales y las expectativas de los consumidores en cuanto a prácticas sostenibles.

Otra forma de cumplir el objetivo de actuar de forma más sostenible es crear un análisis ABC. Este análisis suele aplicarse a la gestión de inventarios para centrarse en los artículos que más se sirven a los clientes o en los artículos que generan la mayor parte de los ingresos. Pero se le puede añadir otra dimensión: la huella de carbono de un artículo.

Los artículos A serían más sostenibles que los C, y se podría ajustar el nivel de servicio en consecuencia. Por ejemplo, podrías diferenciar los niveles de servicio para minimizar el impacto de los residuos de productos con una gran huella de carbono. Esto no sólo reducirá los residuos en tu cadena de suministro, sino que esta categorización también permite tomar conciencia de la huella de carbono del surtido.

La sostenibilidad ya no es sólo una tendencia: es una exigencia del consumidor. Y es algo que la industria de alimentación y bebidas debe abordar con perentoriedad. Para poder satisfacer esta expectativa, es necesario revisar las prácticas tradicionales de la cadena de suministro.

Optimizando el transporte, abasteciéndose localmente y minimizando los residuos, las empresas pueden reducir su huella de carbono. Al adoptar la tecnología, las empresas pueden crear las capacidades necesarias para alcanzar los objetivos de sostenibilidad manteniendo la excelencia operativa.

La sostenibilidad como objetivo plantea retos adicionales a la siempre complicada cadena de suministro de alimentos. Pero no tiene por qué ser tan difícil como parece: con las herramientas adecuadas, estos retos pueden gestionarse eficazmente.

Preguntas frecuentes

La sostenibilidad es crucial en la cadena de suministro alimentario porque ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, minimiza los residuos y satisface la demanda de los consumidores de productos respetuosos con el medio ambiente. Las prácticas sostenibles garantizan la viabilidad a largo plazo de las cadenas de suministro y se ajustan a las expectativas de los consumidores.

El transporte de mercancías es responsable de aproximadamente al 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si se incluyen las emisiones de almacenes y puertos, esta cifra aumenta hasta el 11%. En el sector de la alimentación y las bebidas, además, una parte importante de las existencias se pierde antes de llegar al minorista, lo que acentúa aún más la necesidad de prácticas sostenibles.

Las expectativas de los consumidores desempeñan un papel importante a medida que más compradores priorizan los esfuerzos de sostenibilidad en su elección de tiendas. Las generaciones más jóvenes, como la Generación Z y los Millennials, están dispuestas a pagar más por productos respetuosos con el medio ambiente, lo que empuja a las empresas a integrar prácticas sostenibles para seguir siendo competitivas.

La tecnología puede proporcionar previsiones basadas en datos, lo que permite predecir con exactitud la demanda y reducir el exceso de stock. Los sistemas automatizados de gestión de inventarios pueden integrar objetivos de sostenibilidad, ayudando a equilibrar la disponibilidad con la minimización del desperdicio. Además, la tecnología puede facilitar el análisis ABC para centrarse en los productos con menor huella de carbono.

Las estrategias para optimizar la sostenibilidad incluyen optimizar el transporte, abastecerse localmente, minimizar los residuos y utilizar la tecnología para una planificación precisa de la demanda y la gestión de inventarios. La aplicación del análisis ABC para clasificar los productos en función de su huella de carbono puede ayudar a ajustar los niveles de servicio y reducir los residuos, alineando en última instancia las operaciones de la cadena de suministro con los objetivos de sostenibilidad.

Estrategias Cadena de Suministro